Teoría I  
Participación y Diseño

(página en construcción)

 

1.               La organización  del espacio no es sino la traducción territorial de un  sistema económico y social determinado. Pero el mismo tiempo es también resultado directo y condicionamiento inmediato del modo de producción dominante. Así, como diría ALTHUSSER, todo sistema espacial se encuentra  “ sobre determinado “ por el tipo de actividad dominante y por el grado de desarrollo de las fuerzas productivas.

 

2.               Desde sus orígenes y a través de toda su historia, la organización del espacio en Latinoamérica no resulta sino una consecuencia lógica de la expansión mercantilista en la periferia colonial y de sus sucesivas transformaciones en capitalismo industrial, financiero y monopolista.

 

3.               Tal desarrollo ha adquirido la forma de un proceso dialéctico cuyas manifestaciones se conocen hoy bajo la denominación de desarrollo y subdesarrollo. De esta forma las contradicciones de la sociedad se manifiestan a varios niveles; a nivel internacional entre países centrales y periféricos; a nivel nacional entre regiones avanzadas y atrasadas, entre ciudad y campo, entre la industria y la agriculturas, entre agricultura tradicional y moderna etc. En consecuencia, en razón de su propia naturaleza, el desarrollo de la economía capitalista, rasgo histórico esencial de la formación económica social de América Latina produce y reproduce permanentemente un espacio dependiente.

Situación actual:
Eje en crecimiento,
periferia estancada
Etapa primario exportadora:
centros locales independientes

  4.               La estructura económica y social del país puede caracterizarse como primaria, desequilibrada y desarticulada y el funcionamiento de dicha estructura se produce en forma dependiente, excluyente e inestable.

 

5.               La dependencia expresada en todos los aspectos ( socioeconómico, ideológico, cultural, político, institucional ) es un asunto básico que todo modelo de transformación social debe plantearse como problema.  Ante un modelo dependiente y excluyente  ( que produce   ("marginalidad “ ) deben plantearse objetivos como liberación y participación.  

 

6.               El método operativo debe ser el de la práctica generalizada: económica, cultural, ideológica, institucional, política etc. expresadas como un proceso conjunto dirigido por un movimiento de transformación. ( Sin privilegiar lo económico o lo cultural o lo político ).  

 

7.               La arquitectura y el urbanismo no derivan inmediatamente del modo de producción, la arquitectura y el urbanismo están mediatizados por sistema de valores, por la cultura, la ideología etc, que son resultantes directos del modo de producción . La arquitectura es producto de la sociedad y el proceso de diseño es la puesta en obra de una ideología.  

 

8.               La práctica arquitectónica en dirección al cambio debe considerar lo siguiente:

 

a)      El espacio como  “ LUGAR “ no es objeto de estudio o de acción de una ciencia única o de rama del conocimiento. Su esencia escapa a las explicaciones parciales, su dinámica rebasa las interpretaciones e intervenciones particulares.

b)      El espacio es político en sus expresiones y contenidos, por lo que no existe arquitectura no comprometida.

      

9.               Mas allá, la acción política está ligada a la trasformación de la sociedad y más específicamente a la posibilidad de la verificación de una TEORIA del cambio social en nuestro medio. La superación de las contradicciones actuales son el objeto – objetivo de la práctica social. La práctica espacial también tiene ese objetivo.

 

10.           Es vital recordar, sin embargo, que una contradicción ligada al CONSUMO ( como por ejemplo la vivienda ) no puede asumir en forma duradera el papel de la contradicción primaria, ligada de manera insoluble a las relaciones de producción.

 

11.           La práctica espacial no puede resolverse sino a través de su propio desarrollo aclarando la disyuntiva entre

 

a)      Reformas reformistas – concedidas por el poder central que permanece           inalterado y capaz de neutralizar las consecuencias de la reforma.

b)      Reformas no reformistas – impuestas desde abajo, puestas en acto y por las mismos que combaten por ellas.

      

12.           La pregunta que surge inevitablemente es: ¿ cómo es posible la acción desde abajo? Si la dependencia cultural, la alienación del obrero, del campesino le hacen elegir los modelos de vida y de cultura de los grupos dominantes? si los sindicatos y los dirigentes hacen suya la práctica ideológica del urbanismo y de la arquitectura del sistema ¿  qué hacer si a raíz de esto ellos mismos proponen los modelos de una cultura extraña?.

 

13.           Por lo anterior:

 

a)      La práctica espacial fundamental debe ser la búsqueda de un sistema teórico – practico de consulta con el usuario organizado. Un sistema de correlación. Y como consecuencia de ello un programa de intervenciones.

b)      Paralelamente debe generarse una fuerte acción crítica sobre las prácticas arquitectónicas urbanísticas que no consideran la participación del usuario como algo vital.

c)      Proponer e implementar procesos de intervención planificada con participación de los usuarios organizados.

 

14.           Dichos procesos de intervención participativa deben plantearse en los diferentes niveles y escalas de planificación y resolverse a través de los instrumentos adecuados a cada caso.  

 

R. Moreira 1985

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