Teoría I
1.INTRODUCCIÓN
International Style
o Movimiento moderno, en
arquitectura, corriente aparecida en las primeras décadas del siglo XX, que
marca una ruptura radical con las formas compositivas tradicionales. El
movimiento moderno aprovechó las posibilidades de los nuevos materiales
industriales, especialmente el hormigón armado, el acero laminado y el vidrio
plano en grandes dimensiones. Se caracteriza por sus plantas y secciones
ortogonales, a menudo asimétricas, la ausencia de decoración en las fachadas y
los grandes ventanales horizontales divididos por perfiles de acero. Los
interiores tienden, por lo general, a ser luminosos y diáfanos.
Casa Tremaine en Santa Bárbara, California
La casa Tremaine es una de las numerosas residencias privadas que construyó Richard Neutra en Estados Unidos. Su pureza formal y su elegante sencillez son una prueba de la maestría de este arquitecto alemán afincado en California.
Ahora bien aunque
los orígenes de este movimiento pueden buscarse ya a finales del siglo XIX, sus
mejores ejemplos se construyeron a partir de la década de 1920, de la mano de
arquitectos como Walter Gropius, Mies van der Rohe, J. J. P. Oud y Le Corbusier.
El término International Style
comenzó a generalizarse en Estados Unidos tras la exposición de arquitectura
moderna celebrada en 1932 en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, con motivo
de la cual Henry-Russell Hitchcock y Philip Johnson escribieron el libro International
Style: Architecture since 1922. También se denomina con el nombre de
racionalismo (especialmente en Europa meridional), mientras que el funcionalismo
se aplicó a la arquitectura preocupada por el diseño de edificios con
criterios estrictamente funcionales, prácticos más que estéticos. Pese a que
tras la II Guerra Mundial hubo aún importantes construcciones dentro de este
estilo, las últimas décadas del siglo XX han estado dominadas por otros
movimientos críticos, herederos en cualquier caso del movimiento moderno.
2. LOS PIONEROS (HASTA1914)
Durante los últimos años del siglo XIX y primeros del XX varios movimientos arquitectónicos empezaron a cuestionar los estilos eclécticos e historicistas que por entonces dominaban las escuelas occidentales de Bellas Artes. De entre ellos, uno de los más importantes fue el movimiento Arts & Crafts, precursor del racionalismo por sus formas arquitectónicas simples, escasa decoración y preocupación por el papel social de la arquitectura. Pese a estos criterios de modernidad, los arquitectos del Arts & Crafts, como C. F. A. Voysey y Philip Webb, se manifestaron contra los progresos industriales reivindicando los oficios artísticos propios de la sociedad preindustrial. Esta preocupación contrasta enormemente con el decidido apoyo a la tecnología proclamado por otros arquitectos de la época, en especial por algunos seguidores del Art Nouveau, como el belga Victor Horta.
El camino hacia el
empleo arquitectónico de los nuevos materiales industriales en detrimento de
los tradicionales, lo abrieron a comienzos del siglo XX figuras como los
hermanos Perret en Francia, con sus experimentaciones con hormigón armado, y
Louis Sullivan como integrante de la Escuela de Chicago. Sullivan levantó una
serie de rascacielos con estructura reticular de acero y hierro colado, como los
excepcionales almacenes Carson, Pirie & Scott (1899-1904). El discípulo
predilecto de Sullivan fue Frank Lloyd Wright, que exploró nuevas vías de
innovación formal con sus prairie
houses (literalmente, casas de la pradera) levantadas en los alrededores
de Chicago. Aunque inspiradas en el movimiento Arts & Crafts, las
unifamiliares prairie houses,
con sus proporciones horizontales, presentan ya una apariencia notablemente
moderna. Más radical fue la postura adoptada por Adolf Loos, arquitecto vienés
que visitó Chicago a comienzos de la década de 1890. A su regreso a Austria
realizó un inflexible ataque contra la ornamentación arquitectónica, en
especial contra los excesos decorativos del Art Nouveau, y proyectó varios
edificios extremadamente austeros, como la asimétrica casa Steiner en Viena
(1910).
La arquitectura
industrial tuvo su línea evolutiva particular a partir de las innovaciones de
la Deutsche Werkbund, asociación de artistas, artesanos y arquitectos fundada
en Munich en 1907 para colaborar con la pujante industria alemana. Entre sus
miembros destacaron Peter Behrens, autor de la fábrica de turbinas AEG, Hermann
Muthesius, Henry van de Velde y Walter Gropius. Muthesius buscó la promoción
del diseño industrial, extendiendo a la arquitectura los procesos de producción
en serie. En 1914, sin embargo, se opuso a la inclusión en la Werkbund de
Colonia de los expresionistas, que promovían un estilo más artístico a la
hora de proyectar, acorde con las prácticas constructivas tradicionales. Los
expresionistas estuvieron apoyados por Van de Velde y Gropius, que por entonces
también proyectaban obras sumamente radicales, tanto tecnológica como estilísticamente.
Dentro de este mismo periodo cabe resaltar, por último, la labor de otros
arquitectos que promovieron las cualidades renovadoras que con el tiempo
llegaron a convertirse en señas de identidad del movimiento moderno.
3. 1914-1932
La devastación
provocada por la II Guerra Mundial trajo consigo, en el caso de Bélgica,
la necesidad de reemplazar los edificios destruidos por otros alojamientos de
bajo coste. Esta circunstancia propició la invención del sistema ‘dominó’,
diseñado por el joven arquitecto suizo Charles Édouard Jeanneret que, con el
nombre de Le Corbusier, se convirtió en el arquitecto más famoso del siglo XX.
Discípulo de los hermanos Perret, Jeanneret propuso crear edificios con
estructura de hormigón armado y tres cuerpos horizontales, apoyando los dos
cuerpos superiores sobre pilares de planta cuadrada. Estos apoyos sostenían las
vigas en voladizo, permitiendo que los forjados se proyectaran más allá de la
línea de los pilares. Dada la resistencia de este sistema constructivo, el muro
exterior quedaba liberado de la función de soporte, permitiendo por tanto
aligerar su carga y abrir los vanos que se consideraran necesarios.
Aunque el sistema
dominó anticipara posteriores logros, nunca se llevó a la práctica. Además,
durante cierto tiempo los intereses de Le Corbusier oscilaron entre la
arquitectura y la pintura, tras su traslado a París en 1917. Junto a Amédée
Ozenfant fundó el movimiento denominado purismo, creando bodegones en los que
combinaba el carácter científico del cubismo con un sentido clásico de la
armonía. Esta asociación de modernidad y clasicismo se convirtió en una
constante de toda la obra de Le Corbusier. En su libro Hacia
una arquitectura (1923) reclamaba para ésta el rigor compositivo de los
templos clásicos al mismo tiempo que la generalización de un nuevo lenguaje
basado en la estética de las máquinas. En el citado libro, Le Corbusier
yuxtapone con brillantez fotografías de templos clásicos con otras de automóviles,
afirmando que esos objetos fueron los que expresaron con mayor autenticidad sus
respectivas épocas. El desafío para los arquitectos modernos radicaba, según
él, en construir edificios de acuerdo con los nuevos modelos tecnológicos.
Hacia 1923, por
tanto, Le Corbusier había formulado ya los principios que caracterizaron sus
construcciones a lo largo de la década de 1920. El año siguiente estuvo
marcado en Holanda por otro importante acontecimiento: la construcción de la
casa Schröder en Utrecht, obra del arquitecto Gerrit Rietveld. Al igual que Le
Corbusier, Rietveld se asoció a los movimientos artísticos de vanguardia. Fue
miembro del neoplasticismo difundido por De
Stijl, fundado en Leiden el año 1917, integrado por el arquitecto J. J.
P. Oud y los pintores Piet Mondrian y Theo van Doesburg. La independencia de las
formas, rectangulares y de colores primarios, es evidente en la casa Schröder.
El edificio se caracteriza además por la perfecta integración entre
arquitectura y detalles ornamentales, incluyendo el mobiliario. Otro rasgo
destacable del edificio es su articulación asimétrica a base de planos
ortogonales.
La influencia de De
Stijl se extendió más allá de Holanda, infiltrándose con fuerza a
comienzos de la década de 1920 en la Bauhaus de Weimar (Alemania). La Bauhaus
fue una escuela de arquitectura, arte y diseño fundada en 1919 bajo la dirección
de Gropius, encaminada en un principio más hacia trabajos artesanales que
industriales. En 1922, sin embargo, Van Doesburg pronunció una serie de
conferencias en la Bauhaus que, junto a otras influencias, provocaron un cambio
radical en la orientación de la escuela. La manifestación más evidente de la
nueva tendencia fue el edificio creado por Gropius en 1925-1926 para la nueva
sede de la escuela en Dessau. La economía expresiva, los volúmenes puros y sin
ornamentación y sus grandes fachadas de vidrio componen una de las más
importantes realizaciones del movimiento moderno.
Mientras la
Bauhaus florecía bajo el liderazgo de Gropius, otros grupos como Der
Ring representaban un destacado papel en la evolución de la arquitectura
alemana. Der Ring estaba integrado por arquitectos como Bruno Taut y
Ludwig Mies van der Rohe, quien también fue director de la Bauhaus desde 1930.
Aunque Mies van der Rohe había experimentado con el expresionismo
inmediatamente después de la I Guerra Mundial, desde 1923 participó de la
tendencia racionalista predominante. De entre sus principales trabajos en esta
época destacan el pabellón alemán para la Exposición Internacional de
Barcelona de 1929, y la dirección del conjunto residencial de Wiessenhof, cerca
de Stuttgart, en 1927. En esta exposición, organizada por la Deutscher Werkbund,
destacan el edificio de apartamentos del propio Mies y las villas de Le
Corbusier, J. J. P. Oud y Hans Scharoun. Los proyectos de Oud fueron casas de
volúmenes simples y geométricos, mientras que Le Corbusier ejemplificó sus
preferencias personales por las formas blancas y cúbicas apoyadas sobre pilares
exentos (pilotis) y rematadas
por terrazas ajardinadas.
Al igual que en
sus edificios residenciales, Le Corbusier ideó un novedoso proyecto para el
edificio de la Sociedad de Naciones en Ginebra. Su ingenio arquitectónico,
aplaudido con entusiasmo por otros arquitectos de vanguardia, fue uno de los
factores que provocaron la creación, en 1928, de los Congresos Internacionales
de Arquitectura Moderna (CIAM). Los CIAM, que perduraron hasta 1959, sirvieron
por encima de todo para generalizar y consensuar los principios de la nueva
arquitectura, a la que se habían acogido numerosos arquitectos de diferentes
nacionalidades.
Un hito importante
de este proceso fue la exposición de arquitectura celebrada en 1932 en el Museo
de Arte Moderno de Nueva York. Aunque dominada por los principales arquitectos
europeos, la muestra atrajo también a destacados arquitectos japoneses y
estadounidenses. Los japoneses contaron con la presencia de Mamoru Yamada,
mientras que entre los estadounidenses estaban George Howe, William Lescaze,
Richard Neutra y, sobre todo Frank Lloyd Wright, quien, pese a mantenerse a
distancia de la estética industrial del movimiento moderno, ejerció y recibió
influencias del neoplasticismo holandés y asumió la sintaxis racionalista como
nuevo lenguaje arquitectónico internacional. En la exposición de Nueva York
también se dieron a conocer algunos excepcionales arquitectos escandinavos,
especialmente el sueco Erick Gunnar Asplund y el finés Alvar Aalto.
4.
DESDE 1933
El auge del
estalinismo en la Unión Soviética y del nacionalsocialismo en Alemania detuvo
de forma drástica la evolución de la arquitectura moderna en estos países. El
fascismo italiano, en cambio, adoptó esta tendencia arquitectónica como
expresión del nuevo orden social, lo que permitió la construcción de
edificios racionalistas tan significativos como la casa del Fascio en Como
(1932-1936), obra de Giuseppe Terragni. Por el contrario, el nazismo alemán
procedió al cierre de la Bauhaus en 1933, obligando con ello a Mies van der
Rohe y Walter Gropius a exiliarse en Estados Unidos en 1937.
Mientras el régimen
nazi buscó para la reconstrucción de las ciudades alemanas un estilo clásico
y monumental, el movimiento moderno se inclinó hacia una forma diferente de
planificación urbanística. Durante el periodo de entreguerras, Le Corbusier
llevó a cabo una serie de anteproyectos para la ciudad moderna ideal, dividida
en diversas zonas dedicadas a diferentes actividades sociales. Según esta
ordenación, las personas vivirían en rascacielos residenciales separados entre
sí por extensas zonas verdes. Estos diseños culminaron en 1933 con la Carta de
Atenas, promulgada por los CIAM bajo el auspicio de Le Corbusier. Aunque él
nunca pudo ver realizadas por completo sus ideas urbanísticas, su influencia
fue enorme tanto en proyectos de posguerra, como la construcción de la ciudad
de Brasilia (inaugurada en 1960), como en los años precedentes a la II Guerra
Mundial, en que se construyeron las villas de Highpoint I en Highgate (Londres,
Inglaterra) del arquitecto Berthold Lubetkin.
Le Corbusier tuvo
que esperar hasta después de la guerra para poder realizar la unité
d’habitation en Marsella (1947-1952). El edificio, un bloque
residencial de enormes proporciones, sirvió de inspiración a muchos proyectos
posteriores, preocupados también por el tema del espacio y la alta densidad de
ocupación de las viviendas, pero muy pocos tuvieron una calidad semejante al
del maestro franco-suizo. A las formas arquitectónicas tradicionales en su
obra, como los pilotis y las
terrazas ajardinadas, la unité d’habitation
añade un énfasis expresivo que inicia una nueva etapa en su carrera. Así, en
el Capitolio de Chandîgarh (India), Le Corbusier evolucionó hacia una
arquitectura intensamente emotiva denominada brutalismo (del francés béton
brut, que significa hormigón visto), con la que se incluye en la
corriente crítica del movimiento moderno y se aleja definitivamente del International
Style popularizado en Estados Unidos.
Fábrica de celulosa de Sunila
Entre
1935 y 1937, el arquitecto finés Alvar Aalto proyectó una fábrica de celulosa
en la isla de Sunila. El conjunto lo componen una serie edificios unidos por
avenidas que se disponen en terrazas escalonadas rodeados por un bosque de
pinos. Construida entre 1936 y 1939, posteriormente fue ampliada entre 1951 y
1954.
Los últimos
trabajos de Le Corbusier tuvieron una gran influencia en arquitectos como James
Stirling y Alison y Peter Smithson, que desarrollaron el nuevo brutalismo en
Gran Bretaña; así como en el japonés Kenzo Tange. Al mismo tiempo Philip
Johnson aplicó el International Style
a su propia casa (1951), un contenedor de acero y cristal conocido como la Glass
House y situado en New Canaan (Connecticut). La influencia de Mies van der Rohe
también es evidente en los grandes bloques de oficinas construidos en Estados
Unidos y Europa durante las décadas de 1950 y 1960. Ejemplos destacados fueron
los realizados por Skidmore, Owings & Merril, así como también la obra del
propio Mies en el edificio Seagram de Nueva York, un majestuoso rascacielos de
vidrio oscuro levantado en 1957.
Durante la década
de 1960 una joven generación de arquitectos, entre los que destacaron los Five
Architects (Peter Eisenman, John Hejduk, Michael Graves, Charles Guathmey
y Richard Meier) de Nueva York, proyectaron edificios cúbicos inspirados en la
arquitectura racionalista. A partir de 1960 el movimiento moderno entró en
sucesivos periodos críticos, mientras que el International
Style, su corriente menos ideológica, perdía notoriedad ante las nuevas
tendencias: posmodernismo, high-tech
y deconstructivismo. Sin embargo, los principios del movimiento moderno continúan
siendo la referencia fundamental, crítica o adepta, de la arquitectura
contemporánea.
5. PRINCIPALES
PRECURSORES
5.1
Walter Gropius
Walter
Gropius (1883-1969), arquitecto y profesor
alemán, fundador de la Bauhaus, la escuela de arte que capitalizó la
investigación sobre arquitectura y artes aplicadas durante la primera mitad del
siglo XX. Sus principales hipótesis, que formaban parte de los principios ideológicos
de esta escuela, fueron la economía expresiva y la adecuación a los medios
productivos para todas las formas de diseño, una especie de maridaje entre el
arte y la ingeniería. Estos conceptos también se plasman en sus edificios, que
ejercieron una enorme influencia en la arquitectura moderna.
Gropius
nació en Berlín el 18 de mayo de 1883 y estudió arquitectura en las
universidades de Munich y Berlín-Carlottenburg. Entre 1907 y 1910 trabajó en
el estudio del arquitecto Peter Behrens, uno de los pioneros del diseño
moderno. En 1911 se unió al Deutscher Werkbund, institución creada para
coordinar el trabajo de los diseñadores con la producción industrial. En
colaboración con Adolph Meyer proyectó la fábrica Fagus en Alfeld (1910-1911)
y el edificio de oficinas de la exposición del Werkbund en Colonia (1914), que
le dieron a conocer en toda Europa. Después de la I Guerra Mundial dirigió
dos escuelas de arte en Weimar, hasta que las transformó, en 1919, en la nueva
Staatliches Bauhaus, donde introdujo una pedagogía que aunaba el estudio del
arte con el de la tecnología. Los estudiantes aprendían a través de distintos
talleres las habilidades básicas de los principales oficios, y así se
familiarizaban con los materiales y los procesos industriales. Este método hizo
posible un gran acercamiento a la realidad de la producción en serie y
revolucionó el mundo del diseño industrial moderno. Cuando la escuela se
trasladó a Dessau, Gropius proyectó los edificios que la acogerían,
caracterizados por una exquisita simplicidad formal y por el empleo de grandes
superficies de vidrio plano.
Gropius
abandonó su cargo como director de la Bauhaus en 1928 y continuó su carrera
como arquitecto. Su oposición al partido nazi le obligó a abandonar Alemania
en 1934, y después de pasar varios años en Gran Bretaña emigró a Estados
Unidos para dar clases en la Universidad de Harvard. Allí se hizo cargo del
departamento de Arquitectura (1938-1952), donde introdujo muchas de las ideas
desarrolladas en la Bauhaus, y formó a varias generaciones de arquitectos
estadounidenses. En 1946 creó un grupo llamado Architects' Collaborative, que se hizo cargo de muchos proyectos
de gran envergadura, como el Harvard Graduate Center (1949), la embajada de
Estados Unidos en Atenas (1960) o la Universidad de Bagdad (1961). También
construyó el edificio de la Panam (1963) en Nueva York, en colaboración con el
arquitecto italoestadounidense Pietro Beluschi. Gropius murió el 5 de julio de
1969 en Boston.
Museo de la Bauhaus en Berlín
El
concepto arquitectónico de Walter Gropius no sólo se aprecia en sus grandes
edificios públicos, como el Museo de la Bauhaus en Berlín que muestra la
fotografía, sino también en las obras de menor escala. Fue uno de los maestros
pioneros en el empleo de los nuevos materiales industriales, especialmente el
acero laminado, el hormigón armado y el vidrio plano en grandes dimensiones.
5.2
Ludwig Mies van der Rohe
Ludwig
Mies van der Rohe (1886-1969),
arquitecto alemán nacionalizado estadounidense, uno de los maestros más
importantes de la arquitectura moderna y con toda probabilidad el máximo
exponente del siglo XX en la construcción de acero y vidrio.
Nació
el 27 de marzo de 1886 en Aquisgrán (Alemania) y se formó como colaborador en
los estudios del arquitecto y diseñador Bruno Paul —entre 1905 y 1907— y
del pionero de la arquitectura industrial Peter Behrens —entre 1908 y 1911—.
En 1912 abrió su propio estudio en Berlín.
Durante
los primeros años recibió muy pocos encargos, pero las primeras obras ya
muestran el camino que continuaría durante el resto de su carrera. Entre los
proyectos no construidos más emblemáticos de esta etapa están una colección
de rascacielos de acero y vidrio, que se convirtieron en el símbolo de la nueva
arquitectura. A finales de la década de 1920 acometió dos de sus obras
maestras más representativas: el pabellón alemán para la Exposición
Universal de Barcelona de 1929 (para el que diseñó también el famoso sillón
Barcelona, de acero cromado y cuero) y la casa Tugendhat (1930) en Brno (actual
República Checa). En ambos edificios utilizó una estructura de pequeños
pilares metálicos cruciformes que liberaban el área de la planta, compuesta
por espacios que fluyen entre ligeros paneles de ónice, mármol o madera de ébano,
delimitados por grandes cristaleras que ocupan toda su altura.
La
arquitectura de Mies se caracteriza por una sencillez esencialista y por la
sinceridad expresiva de sus elementos estructurales. Aunque no fue el único que
intervino en estos movimientos, su racionalismo y su posterior funcionalismo se
han convertido en modelos para el resto de los profesionales del siglo. Su
influencia se podría resumir en una frase que él mismo dictó, y se ha
convertido en el paradigma ideológico de la arquitectura del movimiento
moderno: "menos es más". Su obra se destaca por la composición rígidamente
geométrica y la ausencia total de elementos ornamentales, pero su poética
radica en la sutil maestría de las proporciones y en la elegancia exquisita de
los materiales (en ocasiones empleó mármol, ónice, travertino, acero cromado,
bronce o maderas nobles), rematados siempre con gran precisión en los detalles.
Mies
dirigió la Escuela de Arte y Diseño de la Bauhaus, uno de los focos
principales para la evolución del movimiento moderno, entre 1930 y 1933, fecha
en que fue clausurada por el partido nazi. En 1937 emigró a Estados Unidos,
donde ejerció el cargo de director de la Escuela de Arquitectura del Illinois
Institute of Technology. Desde la ciudad de Chicago se convirtió en el maestro
de varias generaciones de arquitectos estadounidenses, además de construir
numerosos edificios, entre los que destacan los apartamentos de Lake Shore Drive
(1948-1951) o el Crown Hall del MIT (1950-1956). Entre sus obras más emblemáticas
de esta etapa destaca el Seagram Building (1958), un rascacielos de 37 pisos de
vidrio y bronce construido en Nueva York junto a su discípulo Philip Johnson, y
que se convirtió en el paradigma del International
Style, definido por el propio Johnson en un libro de 1932. Sin embargo,
unos años antes Mies había realizado su obra maestra estadounidense, la casa
Farnsworth en Plano (junto al río Fox, Illinois, 1950), un pequeño refugio
delimitado por un muro-cortina de vidrio plano, que se ha convertido en una de
las residencias más estudiadas (y también más criticadas) de la arquitectura
del siglo XX.
Se
considera uno de los maestros más importantes de la arquitectura moderna, junto
con el suizo-francés Le Corbusier y el estadounidense Frank Lloyd Wright. Su
huella ha sido especialmente profunda en Estados Unidos y la mayoría de los
rascacielos construidos por todo el mundo siguen parcial o totalmente sus
planteamientos compositivos. Murió el 17 de agosto de 1969 en Chicago.
Mies
van der Rohe proyectó en 1958 el Seagram Building, un rascacielos con
estructura reticulada de acero cuyo ritmo se reproduce en la fachada mediante
perfiles de bronce y un muro-cortina de vidrio. Este edificio se convirtió en
un símbolo del llamado International
Style, en el que se engloba la mayor parte de la obra americana de este
arquitecto alemán que huyó en 1937 a Estados Unidos.
5.3 Jacobus Johannes Pieter Oud
Jacobus
Johannes Pieter Oud (1890-1963), arquitecto alemán. Uno de los primeros
seguidores del International Style
en Europa. Al defender la simplicidad, pureza y ........
racionalidad,
organizaba fachadas planas, con predominio de la dimensión horizontal y
rotundas líneas dibujadas en ángulo recto. Como arquitecto municipal de
Rotterdam desde 1918 hasta 1927, proyectó ambiciosos conjuntos residenciales en
hormigón armado.
5.4
Le Corbusier
Le
Corbusier (1887-1965), sobrenombre profesional
de Charles Édouard Jeanneret, pintor, arquitecto y teórico franco-suizo, al
que se considera la figura más importante de la arquitectura moderna tanto por
sus numerosas innovaciones como por la maestría y vigencia de sus obras.
Le
Corbusier proyectó en 1950 la iglesia de peregrinación de Notre Dame du Haut
en Ronchamp. Es una de las mejores muestras del estilo brutalista que dominó la
obra del maestro franco-suizo a partir de la II Guerra Mundial.
Nació el 6 de octubre de 1887 en La
Chaux-de-Fonds (Suiza), y en esta misma ciudad estudió Artes y Oficios. Trabajó
dos años con el parisino Auguste Perret, pionero en la utilización arquitectónica
del hormigón armado, y más tarde viajó a Alemania para colaborar esporádicamente
en el estudio de Peter Behrens (donde conoció al joven Mies van der Rohe) y
trabar relación con Josef Hoffmann y la Deutscher Werkbund. En 1922 se asoció
en París con su primo, el ingeniero Pierre Jeanneret, y adoptó como arquitecto
el seudónimo de Le Corbusier (del francés, “el cuervo”, adaptación del
apellido Lecorbésier de su bisabuela), que ya había empleado con anterioridad
en sus escritos.
Aunque su
principal carrera fue la de arquitecto, también practicó con acierto la
pintura y la teoría artística. Como pintor se asoció a Amédée Ozenfant para
fundar el movimiento purista, una corriente derivada del cubismo. En 1920 fundó
con él la revista L'Esprit Nouveau,
para la que publicó numerosos artículos sobre sus teorías arquitectónicas.
Una de sus principales aportaciones, aparte del rechazo a los estilos
historicistas compartido con otros arquitectos y teóricos del movimiento
moderno, es el entendimiento de la casa como una máquina de habitar (machine
à habiter), en consonancia con los avances industriales que incorporaban
los automóviles, los grandes transatlánticos y los nuevos aeroplanos. Sin
embargo, siempre consideró fundamentales las lecciones de la arquitectura clásica.
Definió la
arquitectura como "el juego correcto y magnífico de los volúmenes bajo la
luz", fundamentada en la utilización lógica de los nuevos materiales:
hormigón armado, vidrio plano en grandes dimensiones y otros productos
industriales. Sus escritos más importantes se recogen en varios libros, entre
los que destacan Hacia una arquitectura
(1927), La casa de los hombres
(1942) y Cuando las catedrales eran
blancas (1947).
Entre sus preocupaciones también
destacó la necesidad de una nueva planificación urbana, adecuada a los
condicionantes de la vida moderna. Una de las principales aportaciones de Le
Corbusier fue la idea de liberar el territorio, construyendo una ciudad en
bloques de cierta altura ubicados en grandes espacios libres y conectados por vías
eficientes. Sus propuestas más radicales se recogen en la llamada Ville
Radieuse, un especie de ciudad teórica que se fue concretando en numerosas
propuestas (plan Voisin para París, plan Obus para Argel, Chandîgarh) y tuvo
una enorme influencia en el urbanismo posterior a la II Guerra Mundial. Por otra
parte, su intervención fue decisiva en el IV Congreso del CIAM (Congresos
Internacionales de Arquitectura Moderna) y en la consiguiente redacción de la
Carta de Atenas. En ella se estableció definitivamente el concepto de la
zonificación, basado en la especialización de los sectores urbanos respecto a
las funciones básicas del hombre: habitar, trabajar, descansar y circular.
Le Corbusier
El
gran maestro de la arquitectura contemporánea, Le Corbusier, junto a la maqueta
de uno de sus edificios más emblemáticos, la villa Savoie.
Durante la década de 1920, Le
Corbusier elaboró numerosos proyectos urbanísticos y residenciales, pero sólo
pudo construir una serie de villas unifamiliares cercanas a París que le
sirvieron para concretar sus cinco postulados sobre la nueva arquitectura:
bloques elevados sobre pilotis
(pilares), planta libre, fachada libre independiente de la estructura,
ventanales longitudinales (fenêtre en
longueur) y cubiertas planas ajardinadas. Entre los edificios de esta época
destacan el pabellón del Esprit Nouveau en París (1925), auténtico manifiesto
de la nueva arquitectura construido con motivo de la Exposición Internacional
de Artes Decorativas de París; la villa Stein en Garches (1927), cuya fachada
esquemática ilustra la exigencia compositiva de los trazados reguladores; y la
villa Savoie en Poissy (1929-1931), obra maestra donde se resumen todos sus
postulados teóricos y se introducen nuevos conceptos como el de “paseo
arquitectónico”, concretado en una rampa que conecta los sucesivos espacios
interiores y exteriores, desde el garaje al solarium. Entre los proyectos no
construidos cabe destacar los de la Sociedad de Naciones en Ginebra (1927) y el
palacio de los Soviets en Moscú (1931), dos concursos muy ilustrativos de la
actitud de las instituciones de la época ante la arquitectura del movimiento
moderno.
Paulatinamente, la obra de Le Corbusier
evolucionó hacia un cierto carácter monumental, alentada por encargos de mayor
envergadura y un creciente prestigio internacional. En la casa de Suiza de la
Ciudad Universitaria de París (1931-1932) empleó por vez primera grandes pilotis
de hormigón armado, primer atisbo de un estilo más expresionista,
caracterizado por el empleo casi escultórico del béton
brut (hormigón visto de acabado tosco), denominado por sus seguidores
brutalismo.
Después de la II
Guerrra Mundial acometió una de sus obras más emblemáticas, la Unidad de
Habitación de Marsella (Unité d'Habitation, 1947-1952), un enorme bloque de
viviendas donde cada elemento está ideado con precisión, delicadeza y una
incontenible fuerza expresiva: desde la imagen majestuosa de paquebote, anclado
al terreno por vigorosos pilotis
y coronado por una terraza vitalista y orgánica, hasta la forma de acoplar las
viviendas pasantes, el encanto colorista de las terrazas o el carácter
unificador de los brise-soleil
(parasoles). Además, en esta obra puso en práctica un elaborado sistema de
proporciones publicado con el nombre de modulor
(basado en la sucesión de Fibonacci), con cuyo manejo sutil consigue que el
conjunto no pierda en ningún momento la escala humana.
En la década de
1950 proyectó otras obras de gran trascendencia, en especial la iglesia de
peregrinación de Notre Dame du Haut en Ronchamp (Francia, 1950-1954), un hito
paisajístico de formas fantásticas y espacio envolvente, inundado de luz
coloreada; el monasterio de los dominicos de La Tourette (1957-1960), donde el
silencio y la meditación inspiran esa nueva arquitectura monumental y sensible;
y el planeamiento urbano de Chandîgarh, la ciudad construida en la India como
nueva capital del Punjab, para cuyo capitolio proyectó los edificios de la
Asamblea (1953-1961), el palacio de Justicia (1952-1956) y el Secretariado
(1958). Sin embargo no cesó de explorar nuevos caminos, como muestran el pabellón
Philips (1958) para la Exposición Universal de Bruselas, una estructura de
paraboloides hiperbólicos, o el Centro Le Corbusier en Zurich (1963-1967),
pionero de la arquitectura high-tech.
Sus aportaciones a
la arquitectura del siglo XX fueron constantes, y su incesante actividad
propagandística ayudó al éxito del movimiento moderno, tanto en su país de
adopción (Francia) como en el resto del mundo. Sus seguidores han sido
numerosos, y sus enseñanzas siguen siendo fundamentales en las escuelas de
arquitectura. Defensor apasionado de la cultura mediterránea, ese mismo mar le
vio morir el 27 de agosto de 1965 en Cap Martin (Francia).
5.5
Theo van Doesburg
Theo
van Doesburg (1883-1931), pintor y arquitecto
holandés, uno de los principales defensores del neoplasticismo, movimiento
creado por Piet Mondrian en los Países Bajos.
Nació
en Utrecht, hijo de un fotógrafo alemán. En 1908 celebró su primera exposición
en La Haya. Vinculado a movimientos vanguardistas, en 1915 conoció a Mondrian y
encaminó su pintura, todavía figurativa, hacia la abstracción en obras como Abstracción
de los jugadores de cartas (1917, Gemeente Museum, La Haya). Fruto de su
relación con Mondrian fue la creación en 1917 de la revista De
Stijl, portavoz de los ideales neoplasticistas que abogaban por una
simplificación radical basada en el uso de líneas y ángulos rectos, formas
planas y colores puros, en un primer momento el blanco y el negro. Dentro del
grupo, Doesburg buscará sobre todo la fusión entre arquitectura y pintura, al
igual que hicieron sus compañeros Gerrit Thomas Rietveld y J. J. P. Oud.
En
1922, tras cinco años de pertenencia fiel a la estética y a los planteamientos
de De Stijl, Doesburg introdujo
una nueva publicación: Meccano,
de tendencia dadaísta, que provocó la disolución del grupo y su ruptura con
Mondrian. Estos años finales de la década de 1920 se dedicó a publicar sus
nuevas ideas, como Principios
fundamentales de las nuevas formas (1924) y el Manifiesto
elementarista (1926), en el que rechazaba el principio de la relación
ortogonal única, que era la base del neoplasticismo. El elementarismo oponía
la relación equilibrada del neoplasticismo a la contracomposición, sin
equilibrio, basada en la diagonal y en la disonancia de colores. Estas ideas las
puso en práctica, por ejemplo, en el diseño del restaurante Aubette en
Estrasburgo en 1927.
A
través de conferencias y artículos, Doesburg logró la difusión de estos
principios y su adopción por parte de la Bauhaus, desde la cual influirían en
la arquitectura de mediados del siglo XX.
5.6
Piet Mondrian
Piet
Mondrian (1872-1944), pintor holandés que llevó
el arte abstracto hasta sus últimas consecuencias. Por medio de una
simplificación radical, tanto en la composición como en el colorido, intentaba
exponer los principios básicos que subyacen a la apariencia.
Nació
en Amersfoort (Holanda) el 7 de marzo de 1872 y su nombre verdadero era Pieter
Cornelis Mondriaan. Decidió emprender la carrera artística a pesar de la
oposición familiar y estudió en la Academia de Bellas Artes de Amsterdam. Sus
primeras obras, hasta 1907, eran paisajes serenos, pintados en grises delicados,
malvas y verdes oscuros. En 1908, bajo la influencia del pintor neerlandés Jan
Toorop, comenzó a experimentar con colores más brillantes; fue el punto de
partida de sus intentos por trascender la naturaleza. Se trasladó a París en
1911, donde adoptó el estilo cubista y realizó series analíticas como Árboles
(1912-1913) y Andamios
(1912-1914). Poco a poco se fue alejando del seminaturalismo para internarse en
la abstracción y llegar por fin a un estilo en el que se autolimitó a pintar
con finos trazos verticales y horizontales.
En
1917 junto con su compatriota, el pintor Theo van Doesburg fundó la revista De
Stijl, en la que Mondrian desarrolló su teoría sobre las nuevas formas
artísticas que denominó neoplasticismo. Sostenía que el arte no debía
implicarse en la reproducción de imágenes de objetos reales, sino expresar únicamente
lo absoluto y universal que se oculta tras la realidad. Rechazaba las cualidades
sensoriales de textura, superficie y color y redujo su paleta a los colores
primarios. Su creencia de que un lienzo, es decir una superficie plana, sólo
debe contener elementos planos, implicaba la eliminación de toda línea curva y
admitió únicamente las líneas rectas y los ángulos rectos. La aplicación de
sus teorías le condujo a realizar obras como Composición
en rojo, azul y amarillo (1937-1942), en la que la pintura, compuesta sólo
por unas cuantas líneas y algunos bloques de color bien equilibrados, crea un
efecto monumental a pesar de la escasez de los medios, voluntariamente
limitados, que emplea.
Cuando
se trasladó a Nueva York en 1940, su estilo había logrado una mayor libertad y
un ritmo más vivo. Abandonó la severidad de las líneas en negro para
yuxtaponer áreas de colores brillantes, como puede verse claramente en la última
obra que dejó acabada, Broadway Boogie-Woogie
(1942-1943, Museo de Arte Moderno, Nueva York, MOMA).
Mondrian
ha sido uno de los artistas de mayor repercusión en el siglo XX. Sus teorías
sobre la abstracción y la simplicidad no sólo alteraron el curso de la
pintura, sino que tuvieron una profunda influencia en la arquitectura, el diseño
industrial y las artes gráficas. Murió el 1 de febrero de 1944 en Nueva York.
6.
ESCUELAS E INFLUENCIAS
Bauhaus, escuela alemana de arquitectura y diseño que ejerció enorme
influencia en la arquitectura contemporánea, las artes gráficas e industriales
y el diseño de escenografías y vestuario teatrales. Fue fundada en Weimar en
1919 por el arquitecto Walter Gropius que pretendía combinar la Academia de
Bellas Artes y la Escuela de Artes y Oficios. La Bauhaus, basada en los
principios del escritor y artesano inglés del siglo XIX William Morris y en el
movimiento Arts & Crafts, sostenía que el arte debía responder a las
necesidades de la sociedad y que no debía hacerse distinción entre las bellas
artes y la artesanía utilitaria. También defendía principios más
vanguardistas como que la arquitectura y el arte debían responder a las
necesidades e influencias del mundo industrial moderno y que un buen diseño debía
ser agradable en lo estético y satisfactorio en lo técnico. Por lo tanto, además
de las clases de escultura, pintura y arquitectura, se impartían clases de
artesanía, tipografía y diseño industrial y comercial.
El
estilo de la Bauhaus se caracterizó por la ausencia de ornamentación en los
diseños, incluso en las fachadas, así como por la armonía entre la función y
los medios artísticos y técnicos de elaboración.
En
1925 se dedicó a la construcción de una serie de sobrios edificios
rectangulares de hormigón y cristal en Dessau, especialmente diseñados para
ello por Gropius. El estilo de este movimiento se tornó aún más funcional e
hizo mayor hincapié en la expresión de la belleza y conveniencia de los
materiales básicos sin ningún tipo de adorno. Otros arquitectos y artistas
sobresalientes que componían el cuerpo de profesores de la Bauhaus fueron el
pintor suizo Paul Klee, el pintor ruso Wassily Kandinsky, el pintor y diseñador
húngaro László Moholy-Nagy (que fundó el Instituto de Diseño de Chicago
siguiendo los mismo principios de la Bauhaus), el pintor estadounidense Lyonel
Feininger y el pintor alemán Oskar Schlemmer.
En 1930 la dirección
fue asumida por el arquitecto Ludwig Mies van der Rohe, que trasladó la Bauhaus
a Berlín en 1932. Cuando los nazis en 1933 cerraron la escuela, sus ideas y sus
obras eran ya conocidas en todo el mundo. Muchos de sus miembros emigraron a
Estados Unidos, donde las enseñanzas de la Bauhaus llegaron a dominar el arte y
la arquitectura durante décadas, contribuyendo enormemente al desarrollo del
estilo arquitectónico conocido como International
Style.
Silla de Marcel Breuer
La silla en voladizo, apoyada sobre dos patas
frontales que se extienden hacia atrás, fue ideada por Marcel Breuer alrededor
de 1928. Las técnicas de moldeo del metal desarrolladas por la Bauhaus alemana
facilitaron el diseño, que constituye uno de los principales ejemplos de
funcionalismo. Está hecha de aluminio y madera pintada.
El
neoplasticismo, corriente artística
promulgada por Piet Mondrian en 1917 que proponía despojar al arte de todo
elemento accesorio en un intento de llegar a la esencia a través de un lenguaje
plástico objetivo y, como consecuencia, universal. Junto con Theo van Doesburg
fundó la revista De Stijl,
principal órgano de difusión del movimiento, en cuyo primer número apareció
publicado el manifiesto neoplasticista.
Las
teorías de Mondrian, que tienen su origen en las obras cubistas de Georges
Braque y Picasso y en la teosofía, reivindican un proceso de abstracción
progresiva en virtud del cual las formas se irían reduciendo a líneas rectas
horizontales y verticales, y los colores al negro, el blanco, el gris y los tres
primarios. Entre sus principales representantes se encontraban, además de Van
Doesburg, el pintor Wilmos Huszár, el escultor Georges Vantongerloo y los
arquitectos Jacobus Johannes Pieter Oud y Gerrit Thomas Rietvel, entre otros. El
excesivo rigor de las propuestas de Mondrian provocó violentas críticas tanto
dentro como fuera de su círculo de adeptos. No obstante, el neoplasticismo está
considerado, junto con el suprematismo de Maliévich, el origen de la abstracción
geométrica.
Composición en rojo, azul y amarillo
En
el desarrollo de su teor¡a universal de la armon¡a, Piet Mondrian rechazó las
posibilidades sensuales de la pintura y se limitó a utilizar espacios planos,
colores primarios y l¡neas rectas. Composición
en rojo, azul y amarillo es un ejemplo de su estilo abstracto geométrico.
Mas conocido como
postmodernismo, corriente artística de la segunda mitad del siglo XX, que se
caracteriza, a grandes rasgos, por el empleo de materiales, formas y técnicas
modernas combinadas según las sutilezas compositivas y simbólicas de los
estilos clásicos. En arquitectura supuso una reacción contra el dogmatismo del
movimiento moderno. En el resto de las artes puede entenderse como un cambio de
postura ante la filiación abstracta y conceptual de las primeras vanguardias
del siglo XX, o también como una evolución desde el Pop Art, cuyo eclecticismo
y populismo explotó el valor simbólico de los objetos cotidianos.
Como defendía
Charles Jencks, teórico de este movimiento, el espíritu posmodermo “es al
mismo tiempo la continuación de lo moderno y su superación”. El término
también se aplica a la literatura y a la danza.
La
nueva ala de la Galería de Stuttgart, inaugurada en 1984 y uno de los ejemplos
de arquitectura moderna. Su colorida estructura fue diseñada por el célebre
arquitecto británico James Stirling. Aquí se celebran exposiciones de arte
moderno y cuenta con algunas de las mejores obras de Picasso.
El postmodernismo
ha dominado una etapa de la arquitectura de finales del siglo XX, especialmente
durante las décadas de 1970 y 1980, cuando sus representantes más destacados (Robert
Venturi, Michael Graves, James Stirling, Ricardo Bofill, Aldo Rossi, Charles
Moore, Hans Hollein, Arata Isozaki, Mario Botta, Rob y León Krier, Robert A. M.
Stern y Óscar Tusquets, entre otros) gozaron de un gran prestigio en el ámbito
teórico y obtuvieron importantes encargos institucionales. Su obra, dotada de
un cierto carácter manierista, se ha difuminado en infinidad de estilos, desde
el clasicismo a la modernidad pasando por las actitudes vernáculas. Este
eclecticismo ha pretendido reflejar la pluralidad esencial de la sociedad
postindustrial, un factor decisivo para la arquitectura pública, que debe
representar a una gran variedad de personas con gustos y referencias culturales
dispares. Su actitud contra la modernidad se resume en la máxima de Robert
Venturi, que desafió con su “Less is a bore” (menos es un aburrimiento) a
la famosa consigna de Ludwig Mies van der Rohe “Less is more” (menos es más).
Ralph
Erskine proyectó el edificio The Ark, una muestra imaginativa de arquitectura
contemporánea.
El deseo de
agradar a las clases medias ha inducido a los arquitectos posmodernistas a
insertar en sus obras referencias y motivos decorativos de los estilos históricos.
Una muestra de ello es el edificio de James Stirling y Michael Wilford para la
Staatsgalerie de Stuttgart (1977-1984), donde ciertos elementos coloristas (como
los pasamanos o las marquesinas) adornan un edificio que también contiene
referencias académicas a la arquitectura clasicista, en concreto a la obra del
alemán Friedrich Schinkel. Este carácter populista se opone al espíritu del
movimiento moderno, cuyas composiciones austeras sólo puede disfrutar (según
los posmodernistas) una escasa elite cultural.
De acuerdo con
este razonamiento crítico, la preocupación de las vanguardias históricas por
las formas abstractas también olvidaba el papel que desempeñan las
asociaciones simbólicas en nuestra percepción de la arquitectura. Estas
connotaciones culturales o históricas se han aplicado en la realización de
numerosos edificios culturales, como el Museo de Arte romano de Mérida, de
Rafael Moneo, la Staatsgalerie de Stuttgart o la nueva ala Sainsbury de la
National Gallery en Londres, obra de Robert Venturi y Denise Scott-Brown. Otro
argumento fundamental es la valoración del genus loci o genio del lugar,
un concepto asociado a los contextos urbano, físico e histórico en los que se
inscribe cualquier obra arquitectónica. La ironía sobre los estilos históricos
también se aprecia como motivo recurrente del postmodernismo. En el edificio
bautizado como Las Escalas del Barroco (París, 1979-1986), de Ricardo Bofill,
las fachadas vítreas de los interiores de las viviendas conforman una enorme
columnata dórica, rematada por un entablamento gigante de piezas prefabricadas
en hormigón armado. Una inspiración semejante se puede encontrar en el
Portland Public Service Building (Portland, 1980-1982) de Michael Graves, un
edificio de oficinas en el que, sobre una moderna fachada de muro-cortina, se
dibujan dos pilastras acanaladas que simulan sostener en lo alto una gigantesca
clave. Un caso más complejo es el del proyecto de Robert Stern para la torre
del Chicago Tribune, donde las referencias históricas a una columna triunfal dórica
se entremezclan con las del conocido proyecto dadaísta que propuso el
arquitecto austriaco Adolf Loos en 1922.
Como
muchos otros edificios diseñados por el arquitecto suizo Mario Botta, el Museo
de Arte Moderno de San Francisco, finalizado en 1994, presenta un gran cilindro
que actúa de punto de referencia hacia el exterior y supone además una
estupenda fuente de luz para el interior durante el día.
La combinación de
modernidad con ciertas alusiones irónicas o simbólicas al pasado, distante o
próximo, también es una constante estilística en los pintores y escultores
del postmodernismo. En la obra de Sandro Chia los colores vivos, las formas
distorsionadas y las composiciones de planos manifiestan una raíz moderna, en
particular del futurismo italiano. Sin embargo, Chia no emplea estas técnicas
para representar escenas fabriles, sino la bucólica vida rural mediterránea.
En todo caso, estas referencias mitológicas también, como en el caso de la
arquitectura, tienen connotaciones irónicas. En su obra Hijo del hijo
(1981, Leo Castelli Gallery, Nueva York), por ejemplo, la figura principal
representa un ridículo campesino gigantesco que carga en su saco, no los
productos de la tierra, sino tres palos de golf.
Mientras que Chia
emplea una figuración estrictamente mediterránea, Mimmo Paladino realiza
grabados alegóricos que aluden al cristianismo, a los rituales paganos y a la
mitología clásica. Su obra, cargada de simbolismos y múltiples lecturas al
igual que la de otros artistas posmodernistas como Guillermo Pérez Villalta,
Christopher Le Brun o Patrick Poirer, es difícil de interpretar con claridad, y
aparece siempre envuelta en una atmósfera enigmática y oscura.
El gusto del
postmodernismo por la figuración clásica ha llevado a muchos críticos a
considerar este movimiento como una simple corriente reaccionaria, semejante a
la que se produjo durante los regímenes fascistas del la década de 1930. Sin
embargo, otros especialistas se inclinan a considerarlo una actitud propia de su
época, caracterizada por el escepticismo político, la invasión de la
información y la pérdida de inocencia respecto a los mensajes mesiánicos de
las vanguardias históricas.
Bibliografía:
El
lenguaje de la arquitectura.
2º edición Goffrey Broadbent, Richard Bunt
y Charles Jencks
Le
Corbusier, Análisis de la forma. 5º
edición ampliada Geoffrey H. Baker
Después
del Movimiento Moderno. 3º
edición Joseph Maria Montaner